Being Vain

Ahora que han pasado unos dias y aunque la tormenta no haya escampado aún, creo que todo este rollo merece cierta reflexión. Columnas de opinion. Ríos de tinta. Debates de corte taurino. ¿Inaceptable o no es para tanto?. Esa parece ser la cuestion. Jenni somos todas vs ¿podré cederle mi asiento a una mujer en el metro sin temor a represalia?. Absurdo debate que soslaya uno de mucha mayor importancia. Como siempre ocurre aqui.  La única verdad es que los DATOS cantan. Las mujeres en España cobran menos. Las mujeres en España ocupan menos puestos de responsabilidad. Las mujeres en España siguen haciendo la mayor parte de las tareas del hogar. Las mujeres en España siguen soportando en el entorno laboral y no laboral todo tipo de vejaciones mayores o menores en forma de comentarios, chistes y abusos que no son en modo alguno aceptables.  Todo esto se mezcla con que, como ha quedado demostrado, el futbol español esta dirigido por una panda de alcornoques sacados de otra era que son totalme

Me gustan mucho estas mini series de HBO.  Las prefiero a las series de inacabables temporadas repletas de peripecias guionisticas que alargan la trama hasta el infinito. Heridas Abiertas es particularmente interesante. Se apoya, en un grupo de actores excepcional que desde Amy Adams (que tambien produce) a la gran Patricia Clarkson, le dan a la serie justo lo que necesita en cada momento. Estamos en Misuri. America rural. Crímenes sin resolver. Personajes atormentados. Alcohol. Calor. Envidias. Autolesiones. Madres posesivas. Policias de dudosas lealtades. Y el dolorido pueblo de Wind Gap como un personaje mas de la historia. Todo bien mezclado y agitado da lugar a una serie que no da tregua y que te no resuelve hasta el final.  Mencion aparte merecen un buen grupo de secundarios de esos que se llaman de lujo. De esos que dan credibilidad a la trama y a sus personajes haciendo que el numero de escenas vacias a lo largo de los 8 episodios sea practicamente inexistente. La muy olvidada

Y resulta que la felicidad estaba ahi mismo.  Cada dia en el desayuno. Cada fin de semana en los viajes en coche. Cada domingo en la cerveza con los amigos. Lo oíste muchas veces, pero en realidad nunca escuchaste. Resulta que, por mucho que lo hayas leído, no fuiste capaz de disfrutar cada momento. De aprovechar cada segundo. De exprimir y hacer tuya la alegria de aquellos que te rodeaban.  Hoy que todo es tensión. Que todo son nervios. Que las lágrimas están a flor de piel. Hay que buscar la manera de encontrarla. La felicidad sigue ahí. En esa sonrisa sincera que aún se atisba. En el apoyo genuino de los cercanos. En las fuerzas que, pese a todo, aún nos acompañan. En la convicción de que, seguro, sigue habiendo esperanza.  Nos volvemos exigentes con ella. Con los que nos rodean. Cargados de razón. Somos demandantes por naturaleza, intuyo. La felicidad no es una explosión de rayos ultravioletas que te van a llevar al éxtasis absoluto. No es ni la mejor noche, ni el mejor hotel, ni e