Above


Chris Cornell cayó. Jeff Buckley cayó. Layne Staley cayó. Antes de hacerlo, éste último, decidió dejarnos una de las joyas de la época. Un disco atemporal. A medio camino entre lo mejor que dió el grunge, lo que nos enseñaron los padres del hard rock y un asfixiante y oscuro disco de blues. El amigo Layne se embarca en un proyecto junto a Barrett Martin, Mike McCready y el desconocido John Baker Saunders. Layne y Mike están en plena batalla contra las drogas. Mike saldrá de ella. Layne no. Mad Season es un proyecto paralelo con ínfulas de perdurar. Pearl Jam, Alice in Chains y en menor medida Screaming Trees empiezan a ser asfixiantes y se necesita oxígeno. El resultado es apabullante. Mike está mucho más liberado que en Pearl Jam. Da rienda suelta a su vena de guitarrista de hard clásico y llena el discos de apoteosicos riffs de impresionante potencia. Layne está perfecto. Nadie diria que nos iba a dejar a los pocos meses de publicar esto. El recuerdo de Robert Plant sobrevuela muchas de sus frases y aullidos. Barrett se olvida un poco del groove y la vena psicodélica de los Trees y cumple como si de John Bonham se tratara. Es absolutamente imposible señalar un tema. Todos - TODOS - son impresionantes. No abandonan la negrura y el tono nihilista del movimiento. No pueden. Lo llevan dentro. Tan dentro que, desafortunadamente, muchos de ellos lo llevaran hasta las ultimas consecuencias. Perderos en Artificial Red, en River of Deceit, en Lifeless Dead. Es una puta bomba. Muy superior a muchos de los discos que salen de los grupos originarios. Una belleza que desgraciadamente quedará sin continuidad. Layne morirá. Se hablará de Lanegan. De hecho se graba algún tema que está en la versión extendida. Se acaba todo. The pain is self-chosen. Fuck. Es 1995 y Seattle poco a poco fallece en lo musical. Unos caen. Otros se reinventan. Nada será igual. ¡Qué jodida buena época!.

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