Badmotorfinger

No se habla mucho de la imprescindible labor pedagógica que llevaron a cabo los muchachos de Seattle. Cada uno a su manera, extrañamente enclavados en un mismo movimiento, todos bebiendo influencias a litros que no dudaban en reconocer y esparcir. Estos días Badmotorfinger está pasándose de nuevo por mi casa. Disco mayúsculo. Enorme. Una fulminante combinación de un tipo con una voz de otro planeta, un guitarra magnífico y un bajo-batería de una profundidad espectacular. El disco que seguramente hizo que muchos en mi generación le perdieramos el miedo al metal. Al heavy. A esos pesadísimos riffs de guitarras oscuras y a esas alucinantes voces del averno. Soundgarden están en plenitud. Es 1991. Pasando de lo casi amateur a la grandilocuencia de un metal-rock que era recogido con los brazos abiertos por sellos, público, teles y revistas. ¡Qué tiempos!. Aún sin concesiones. Aún sin influencias extemporáneas al metal. A los discos de Black Sabbath. La referencia obvia. Más cerca de Danzig y de Alice in Chains que de Pearl Jam o de Mudhoney o de Smashing Pumpkins. Metidos en el meollo alternativo pero a la vez fuera de él. Con canciones de otro mundo. Slaves & Bulldozers (¡por dios que puta barbaridad!), Searching with my good eye closed, Outshined, Jesus Christ Pose, Mind Riot, Rusty Cage, ese standard de rock and roll acelerado compuesto por Cameron que es Drawing Flies. Un tracklist impresionante. Canciones que cuesta creer que fueran singles de éxito en su día. Una voz que a Cornell aún le sale de las entrañas. Un Ben Shepherd que siempre pide protagonismo por medio de unas líneas de bajo que te revientan las costillas. Un Kim Thayil que lo mismo adorna que achicharra. Un Matt Cameron que era (y es) un superdotado de su instrumento. Un grupo en momento dulce. Un disco extraordinario. Donde el metal se encuentra con la psicodelia. Unos maestros que no volvieron a sonar exactamente así después aunque, en su favor hay que decir que - como grupo - no se apartaron nunca del camino correcto. ¡Que jodida buena época!.