Cracker y la Teoría del Eterno Retorno
¡Qué agradable sensación!. Back in track. Esperando en la puerta nervioso. Yo todavía me pongo nervioso, si. Entrando al teatro. Tu Estrella Galicia en la mano. Esperar a que suene el timbre del Lara ... y para dentro. El colmo de la satisfacción es que encima te encuentres con David Lowery y Johnny Hickman repasando su carrera en un grandes éxitos fluido y variado con un buen balance entre los viejos viejos tiempos - Gentlemen Blues, Kerosene Hat, Golden Age - y temas más recientes extraídos de Bakersfield o the Land of Milk and Honey. No les había visto nunca así que me alegaron el día a pesar de los dos cenutrios que tenía a mi espalda. No sé si el Teatro y sus asientos es el mejor sitio para Cracker. Tal vez no. Son chavales de la era alternativa. Lo mismo suenan a vaqueros de Montana en un concierto en beneficio de la recogida de heno que a cualquier banda powerpopera de la mejor estirpe. Hay que dejar a la gente expansionarse como diría mi abuela. En cualquier caso, la noche fue