Danzig

Reconozco que pese a haber leído y leído las aventuras de Glen Danzig en el Popu durante años, no me puse con ellos hasta mucho después. Craso error. Danzig estaban lejos de ser una de las locuras de temporada de Cesar Martin. Estamos hablando, seguramente, de una de las bandas más sólidas de aquellos primeros noventa. Hoy les tocó darse unas vueltas por casa con sus atronadores Danzig y Danzig II: Lucifuge . Parafernalia dark aparte, Danzig pueden presumir de tener unas de las bases ritmicas mejores de la época, un guitarrista que unía a la tradición Sabbath un regusto blues innegable y un cantante de estirpe que bebía tanto de los Black Flag de Henry Rollins como de algunos de los clásicos del heavy-metal. Estética satánica y una historia que contar. En conclusión, una banda que lo tenía todo para triunfar y a todas luces que lo consiguieron. Danzig es un disparate de álbum. El germen que lo inundará todo y para mi cristalizará en su segundo mejor álbum. She Rides con ese avance p