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Green

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Sigo en plan abuelo Cebolleta. Estoy on fire con tantos recuerdos ... aunque si, anclado entre 1987 y 1994 😝😝😝😝. Hoy toca sección de cultura. Esas bandas maravillosas que se generaron una reputación increíble en las "emisoras de college rock" . ¡Qué frase!. Mi reacción mental era inmediata. ¡Qué cabrones estos yankis!. ¡Hasta en clase se lo pasan mejor que nosotros!. ¡Tienen radio!. ¡Allí hasta el bedel sabe de música!. No les valía con ser los mejores en classic rock (campos de trigo, carretera, coches y recoger a la novia en el porche), hard rock (follar sin remedio, porno-stars y drogarse a mogollon), heavy rock (tachuelas a tope, escalas sinfónicas y drogarse aunque puede que algo menos) o indy rock/grunge (confusion vital, confusion sexual, rareza en general y también tela de drogas). No tenían suficiente con tener a Jane's Addiction, a todas las bandas de pop-rock-post-funk del copón de la baraja, a Beck, a Tom Waits, a Iggy o a John Mellencamp. Resulta que tamb

A bit of what you fancy ...

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Si hubo un grupo en aquellos primeros 90 que se puede decir que se encargó de revitalizar algún legado, esos fueron los Quireboys. Eran años de "sleazy rock angelino" (una frase que todo buen populero se sabe de memoria) que sirvieron para lanzar otras propuestas al mercado. Ellos, sin embargo, no acababan de encajar bien ahí. Lo suyo era más bien un rollo de banda de bar cojonudísima que hacía canciones sorprendentemente fáciles - que es lo difícil - y en la que la diversión, los fulares, la voz cazallera y el piano saltarín primaba sobre el solo de guitarra pajorrero. Es decir, los herederos de los Faces. Los precursores de los Diamond Dogs. Los primos de los Dogs d'Amour. Personalmente, junto al Heartbreak Station de Cinderella, uno de los discos que más ha hecho por mi gusto personal en lo que a rock se refiere.  El disco es una fiesta de principio a fin, con alguna parada para respirar en forma de balada dolorida. Desde 7 O'Clock a Hey You. Desde Sex Party a Ther

Season's End

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Bueno, pues sigo enganchado a aquellos maravillosos años. Esta vez con una selección tal vez no tan obvia. Pongámonos en antecedentes. Es 1989 y Marillion tras un disco que había cosechado más éxito comercial que reputación para la banda, afrontan la marcha de Fish. No es cualquier cosa. Fish es el alma del grupo junto a Mark Kelly, Ian Moseley y Steve Rothery. Es sin duda, una voz que les emparenta de manera directa con su pasado sinfónico y que les guste o no, es la imagen más visible de la banda. El elegido para seguir adelante - una máxima inamovible en Marillion - es Steve Hogarth. Un tipo desconocido para los que seguíamos las andanzas de la banda y que nos ponía muy en guardia ante la posibilidad de jamás poder volver a escuchar un Script for a Jester's Tear o un Misplaced Childhood. El disco con el que salen del trance es este Season's End. Seguramente más cercano a Clutching at Straws que a los antes mencionados pero, con una voz obviamente distinta. Menos lírica. Meno

The Real Thing

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Hablaba ayer de la veneración por los clásicos que era fácil percibir en la mayor parte de las bandas de aquellos últimos 80s y primeros 90s. Algo sin duda genérico en todos los que pertenecían al grunge, al indy o a los que como Faith No More, se dedicaban a mezclarlo y agitarlo todo. Quizá estos últimos eran los que resultaban más innovadores. No es que no les trajeran las raíces. Sin ir más lejos War Pigs es uno de los temas destacados en éste su tercer disco. Pero si que es cierto que centraban la propuesta en un batiburrillo de estilos que a algunos nos resultó tremendamente adictivo.  Faith No More no estaban solos en eso. Living Color, Red Hot Chili Peppers, Kings X, Fishbone y muchos otros participaron del engendro mezclador. Todos ellos me resultaron atractivos en un momento u otro, pero quizá este The Real Thing es el primer disco del género al que di auténtica cancha. Estamos el 1989, Chuck Moseley acaba de ser reemplazado por Mike Patton y la época mas exitosa de la banda e

Coverdale & Page

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Da un poco de risa pensar que en aquellos lejanos 90 nos atreviésemos a cuestionar discos como este. Si algo tenía esa generación de la que muchos venimos era la veneración por el pasado. Un pasado no demasiado viejo - Coverdale & Page debían rondar los 50 en aquella época en la que Kurt Cobain tendría 24 o 25 - que encontrábamos tremendamente atractivo y reivindicable.  Así, el reproductor de cualquier late teen escupía el In Utero para acto seguido pasar a estos dos viejos de pelos crepados según los cánones de los 80. Era franela contra trajes de Gucci. Grunge contra Ferraris en la puerta. Aún así todo parte de un negocio que nos permitía reencontrarnos con las deidades del rock y a ellos reverdecer sus laureles al tiempo que engordaban sus cuentas corrientes. No siempre se conseguía todo, claro. Ni David Gilmour arregló sus diferencias con Roger Waters para girar juntos. Ni Peter Gabriel cedió un ápice para reintegrarse en una gira nostálgica de Genesis. Ni, por supuesto, Geffe

Seguir in the Game

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Pues ya está aquí 2022. Un año de número bonito pero que se presenta lleno de incertidumbres. No parece que estemos aprendiendo mucho de antiguos errores y eso se paga. Ha sido bonito estar con la familia. La pregunta es cuando lo podremos hacer otra vez. Ha sido bonito poder hacer regalos. También recibirlos. Interesante la biografía de Mark Lanegan que tenía ganas de tener. Interesantes las entradas para Michael Kiwanuka para un lejano Noviembre de 2022. Soy un libro abierto para los que me conocen de verdad.  La banda sonora no ha sido muy rockera que digamos. Por motivos que ignoro, decidí darle una oportunidad a la música española. Como siempre, home-made recopilación de Spotify de los últimos .. yo que sé ... 20 años?. Música que no visita mucho mi reproductor y a la que doy más bien pocas oportunidades. Mi hermana venía de UK y, ella que fue muy indy en su juventud, seguro que aprecia la mezcla de clásicos imperecederos con las susurrantes melodías de los eternos compradores de

Otro buen disco de Los Deltonos

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  Este año, como casi todos los años, ha visto el alumbramiento de un nuevo disco de Los Deltonos. No es ninguna sorpresa. Lo hacen casi siempre. Riffs imaginativos, variedad blues rock, letras incisivas y raudales de personalidad. Casi da igual del disco que estuviésemos comentando. Lo anteriormente mencionado es válido para cualquiera en su extensa discografía. Canciones que mantienen las guitarras en portada como dicta el catálogo del rock más auténtico. Alejados de ningún parámetro o moda. Hendrick y sus amigos - o tal vez no tan amigos de acuerdo a lo que se ha podido leer por ahi - revitalizan el catálogo de los mejores power trios del blues rock de la historia. Se te vendrán a la cabeza las referencias claptonianas, mooricas, haynicas, hodgicas, rickrichardianas, ericgalesianas, anastasianas, derecktrucksicas ... todos esos que encontraron el punto entre los preciosos fraseos del blues clásico y la electricidad y el bendito volumen del rock. En ese negocio, Los Deltonos no son s

10 Discos de 2021

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Tex Perkins and the Fat Rubber Band - Tex Perkins and the Fat Rubber Band Porque me gustan mucho los discos de blues disfrazado y guitarras John Lee Hooker que me recuerdan a Lee Harvey Osmond o al modo de tocar de Michael Timmins. No les conocía hasta antes de ayer Fatal Mistakes - Del Amitri Porque son uno de los grupos de mi vida y, ya que decides volver, hazlo con un disco que merezca la pena. No desmerece nada de su discografía. Dan gusto Revolutionary Love - Ani Di Franco Porque tenía una deuda pendiente. Jamás estuvo entre mis favoritos en la época en que fue famosa. Este disco es todo elegancia. Precioso e inspirado. Debería escucharlo todo el mundo What's Tomorrow ever done for you? - The Gold Needles Porque me gusta mucho el power pop más melódico y, con este disco, The Gold Needles lo han hecho mucho mejor que Matthew Sweet o Teenage Funclub. Suave y rough cuando se necesita. Una maravilla de verdad Introducing ... - Aaron Frazer Porque un disco que se llama Introducing

No Nukes, desde El Albaycin

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La carrera del único y auténtico rey del rock de este país se encuentra trufada de momentos memorables. Desde sus inicios en los últimos 60 hasta el celebérrimo Rock and Ríos, Miguel siempre ha sido pionero en muchas de las cosas que ha hecho demostrándole a este país que si había esperanza. Que se podían hacer cosas. Que un tipo del Albaycin podia ser una estrella del rock.  El bendito Spotify te permite hoy entrar en sus discos de los 70 y disfrutar de Memorias de un Ser Humano, La Huerta Atomica o Los viejos rockeros nunca mueren para descubrir a un tipo que ha sido la bandera del rock en este país por mucho mucho tiempo. A riesgo de quemarme en la hoguera, retaría a quien fuese a encontrar esas docenas de referencias, versiones y riffs de mil ídolos del mejor rock 70s en cualquiera de esos discos. El Miguel más auténtico y poderoso. Ese que nos daba su fuerza para bacilar antes de adentrarse en terrenos más estándar y resbaladizos como ese rock hispanoamericano que le atraerá y en

Cracker y la Teoría del Eterno Retorno

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¡Qué agradable sensación!. Back in track. Esperando en la puerta nervioso. Yo todavía me pongo nervioso, si. Entrando al teatro. Tu Estrella Galicia en la mano. Esperar a que suene el timbre del Lara ... y para dentro. El colmo de la satisfacción es que encima te encuentres con David Lowery y Johnny Hickman repasando su carrera en un grandes éxitos fluido y variado con un buen balance entre los viejos viejos tiempos - Gentlemen Blues, Kerosene Hat, Golden Age - y temas más recientes extraídos de Bakersfield o the Land of Milk and Honey. No les había visto nunca así que me alegaron el día a pesar de los dos cenutrios que tenía a mi espalda. No sé si el Teatro y sus asientos es el mejor sitio para Cracker. Tal vez no. Son chavales de la era alternativa. Lo mismo suenan a vaqueros de Montana en un concierto en beneficio de la recogida de heno que a cualquier banda powerpopera de la mejor estirpe. Hay que dejar a la gente expansionarse como diría mi abuela. En cualquier caso, la noche fue