Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2022

I'm Not Sorry, I was Just Being Me

Imagen
Si coges la carretera de Liverpool hacia el Sur. Sur-Oeste para ser exactos. Antes de entrar en Gales, te encontraras con Bristol. King Hannah son de Liverpool, pero King Hannah suenan a Bristol. Canciones arrastradas que culminan en guitarrones afilados. Ecos de Beth Gibbons. Fraseos que muy bien podrían salir de los discos de Portishead. Todo muy serio. Oscuro. Casi trascendente. De esa música que no es para todos pero que casi todos acaban apreciando. Pasó con PJ Harvey cuando saltó de To Bring you my Love a Is this Desire? y de ahí a Stories from the City. Quizás les falta su Robert Parish que lo agite todo. A veces quedan un poco monocorde ... pero hey, aquí hay madera. Esto es un disco de debut en el que las influencias no pueden ser mejores. Dense una vuelta. Además, pedazo de titulo. No puede ser más británico.

Smithereens: The Lost Album

Imagen
A los gloriosos Smithereens les pasó factura el grunge. Despues de una carrera aceptablemente exitosa en CAPITOL, los nuevos sonidos que provenian de Seattle hicieron que su "ACDC meets The Beatles" no tuviese hueco en el sello. Se quedaron con disco a medio grabar - este que ahora publican - y sin sello en el que hacerlo. En 1993/1994 firmaron por RCA Victor. Pero, RCA no queria saber nada del material. Les grabó un nuevo disco - A Date with the Smithereens - en el que les hizo aceptar cierta renovación de imagen para adaptarse a los tiempos. No sirvió de mucho. El disco sonó a Smithereens por todos lados ... pero si que les vistieron de negro y les hicieron fotos cool. Ellos se vengaron con aquel Sick of Seattle. Del disco perdido nunca mas se supo hasta hoy que ha visto la luz en todas las plataformas. Segun dice Mike Mesaros, producido quizá solo al 80% y tal vez en la cúspide compositiva del dúo DiNizio - Babjak. Los Lennon & McCartney de Scotch Plains. Todo el día l

STEP RIGHT UP. The Songs of Tom Waits

Imagen
No todos los discos de versiones son iguales. Una obviedad más entre las muchas que pueblan este blog. Con Tom Waits hay de todo. Discos deleznables como el de Scarlett Johanson. Discos muy buenos como el de John Hammond. Y discos que son un poco batiburrillo como este STEP RIGHT UP ... the songs of Tom Waits.  Lanzado en 1995, el disco contiene una extraña mezcla formada por grupos de la época alternativa que le echan noise al tío Tom, versiones que salen del pleistoceno como el Martha de Tim Buckley, bandas que fácilmente asocias a Waits como Violent Femmes o Dave Alvin, gente que no sabes ni quien son - Frente! - y otros que simplemente pasaban por allí como los 10000 Maniacs de Natalie Merchant. Ni que decir tiene que el material de base es tan atronador que, independientemente de la aproximación al problema, es difícil cagarla del todo. Creo que son los hijos del noise-power-pop-post-punk los que salen mejor parados. La versión de Pete Shelley del Better Off Without a Wife te pone

Kiwanuka

Imagen
Pues que quieres que te diga .... Michael me gusta en disco y por eso tenía ciertas expectativas. Tengo en alta estima el Love & Hate y sus pegadizas piezas de soul tarareable que se entrecruzan con otras más experimentales y arriesgadas. Desafortunadamente ayer le vi en La Riviera ... pero la cosa no acabo de despegar. Tiene sus momentos este supuesto "nuevo Mesías del Soul". Esos estribillos y esos parabapapás que todo el mundo corea, pero si soy sincero, no logré meterme en el concierto en ningún momento. Quizá necesite una mejor distribución del setlist. Una parte central del concierto que se alarga más de 30 minutos basada en temas autocomplacientes de soul etéreo-espacial que habitan su ultimo disco no me interesa en absoluto. Estridente bostezo. Los Cold Little Heart, Love & Hate, Hero y demás se acumulan al principio y al final y en mi opinión no hacen ningún favor al resultado final. Me sorprende que llene dos días un recinto como este. 7 tíos, mucho humo, mu

Cassettes

Imagen
Lo recuerdo como si fuese un potro de tortura. Yo estudiaba oposiciones. Ella trabajaba en Carrefour. Turno de noche. Yo era un novio dedicado. Cada noche. Cada noche. Ahí estaba. Salía de casa. Cogía el Ibiza de mi madre. Y a la puerta del Carrefour. Aun no había mp3. Aun no había Spotify. El Ibiza no tenía reproductor de CD. Cintas de cassette. Un equipo de esos que se sacaban de su sitio en el frontal y se metían debajo del asiento. No sea que al potencial ladrón no se le ocurriese mirar ahí. Tenía miles de cintas. Aun no se porque, no muchas de ellas acababan en la guantera del coche. De hecho recuerdo dos. Dos cintas de cassette que escuché miles de veces. Parado a la altura de un paso de cebra. Entre la Iglesia del Carmelo y el parking ya cerrado del Carrefour. Interminables minutos que iban pasando entre Mellon Collie and the Infinite Sadness de Smashing Pumpkins y el Blow Up de los Smithereens. Ella no era especialmente rápida. Siempre le ha gustado hablar. Así que había tiempo