Being Vain

Los amigos de este vuestro espacio sabéis de la devoción que aquí se profesa por Nicolas Cage.  Había verdaderas ganas de revisar una película en la que el bueno de Nicky recibiera buenas críticas. El momento por fin llegó hace unos meses con la salida al mercado de Pig de Michael Sarnoski (2021). Hasta hace poco no disponible gratis en plataformas.  Por cierto, hay que decir que Nick esta on fire. Esta misma semana tiene otra película en cartel - Long Legs - en la que en lugar de masacrarlo, se le alaba sin paliativos. Habrá que estar atentos. Volviendo a Pig ... que si la vuelta a un papel real, que si por fin una película que se pueda tomar en serio, que si Nicolas Cage dando la talla de nuevo. Bueno, bueno, bueno que diría Jesús Puente. Pongamos las cosas en su sitio.  Pig se deja ver. Sale Cage, es entretenida y parece tener algún trasfondo. Pero no estamos ante una obra maestra. Ni siquiera mini maestra. Mas bien ante una pelicula bastante digna, con una trama aceptable y en la q

El disco empieza y Tom Waits aparece por ahi. Yesterday is Here recuerda a Hanging by the Roots. Tal vez demasiado. Tema inicial de este Your until the War is Over de Amigo the Devil. Persona/Grupo totalmente desconocida para mi pero que a mi modesto modo de ver, ha facturado uno de los mejores discos de lo que va de año. En principio sus referencias parecen innegablemente hundidas en la tradición waitsiana. El segundo tema no hace sino confirmar el presagio. Guitarras de Southern Gothic que se mezclan con voces exageradamente guturales y sonidos puede que no extraidos de instrumentos al uso. Ay, mi Tom, ¿dónde andará?. Pero Danny Kiranos - que a si se llama el muchacho - es inteligente y decide acertadamente no quedarse ahi. Hubiese sido sencillo anclarse en esos sonidos pero el disco avanza y el universo del pomonico se abandona para retomarse despues y solo de refilón.  Hay temas en los que Danny parece transmutarse en una especie de Robert Foster. Otros en los que recuerda a los me

No querría que mi querido Being Vain se convirtiese en un paño de lágrimas. La verdad es que no lo estoy pasando bien, pero mis docenas de miles de lectores alrededor del mundo merecen algo mejor y más entretenido. Lo intento de verdad. Series, discos, películas, conciertos … Aun así, permitidme un post existencialista más. Las cosas son como son y esto de escribir tiene su parte de terapia personal. Pensé en un libro, pero ni tengo las habilidades ni creo que ella se merecería la tortura de verse reflejada en mi absurda prosa. Disculpas por adelantado. No puedo evitar curiosear por redes sociales y paginas web que hablan de duelo. De como manejarlo. De como llevarlo. De como lo llevan los niños. De sus fases. Es inevitable. Antes lo hacia con páginas de cáncer a la búsqueda de la terapia milagro o la historia de éxito que me permitiera albergar alguna esperanza. Hoy le toca al duelo. Todo muy entretenido y festivo, si. Espero mejorar con el paso del tiempo. En una de esas sesiones

Hablaba el otro dia de series inglesas que pasan desapercibidas. Aquí otra que añadir a la lista desd el catálogo de Filmin. 18 años encerrado en tu casa por un padre sobreprotector. 18 años sin contacto con el mundo exterior. Rodeado de un mundo de música y películas clásicas. Para algunos freaks que conozco sería hasta tentador, supongo.  En ese escenario, ¿qué pasa ese día que sales al mundo exterior?. Ese mundo "normal" del que tú solo tienes extractos en blanco y negro. Somewhere boy va de eso. De la dificil normalidad de nuestro dia. De las convenciones sociales. De la salud mental. De las relaciones familiares llevadas al límite. Del dolor. Del no saber como superarlo. Del reaccionar de la peor manera.  Muy recomendable. Nada de actores divos. Gran actuación coral con un destacado actor principal en su interpretación del chaval que se enfrenta al nuevo mundo con una imposible mezcla de fragilidad, escepticismo, dolor e incomprensión.  Recomendable sin quieren darle un

Cuando pasas tiempo en Granada, te das cuenta de que hay ciertas cosas que estan por encima del bien y del mal. Esta la Alhambra. Estan las tapas ...  y están los cero. Un grupo que no admite discusión popular y que a todo granaíno de mediana edad debe gustar en mayor o menor medida.  Cuando pasas tiempo escuchando a la banda, te das cuenta de que la gente, en realidad, tiene razón. Sabiduría popular. Los cero son gente de otro planeta. Granaínos de fé. Malafollá a ratos. Poesía y tormenta con una caña de Alhambra (la cerveza) encima de la mesa. Versos en papel de fumar (sic).  Cuando escuchas este, su cuarto disco, te das cuenta de que sembrar permite recoger. Este es seguramente el disco anterior a su gran explosion. Tal vez deberia decir media explosion. Inexplicablemente los cero nunca fueron masivos como lo fueron Loquillo, Los Ronaldos, El Ultimo de la Fila o Nacha Pop. No lo fueron, tal vez siendo bastante mejores. Tal vez fue la malafollá. El ser de provincias. El efecto rosade

Ultimamente estoy viendo bastantes series inglesas. Cortas. De una temporada. Me cuesta embarcarme en proyectos de interminables temporadas por mucho que me los recomienden. Hace poco terminé la interesante Landscapers. Pequeño drama británico acerca de un peculiar matrimonio al que atribuyen el asesinato de los padres de ella. No diré más por si deciden dedicarle un rato. Ella es Olivia Colman. El es David Thewlis. Actores de otro planeta. Escuela británica al poder. Especialmente ella. En los últimos años una auténtica garantía de que verás algo que merezca tu tiempo y espacio. Como de costumbre esta perfecta. Como ya lo estaba en El Padre. En La Favorita. En La Hija Oscura. Actrices que dotan a sus personajes de una credibilidad inmensa. Que son capaces de manejar sus sentimientos de manera extraordinaria. Casi sencilla. Sin burdas sobreactuaciones tan habituales en nuestras series patrias. Sirva esta pequeña entrada para reconocer a esta enorme actriz que, para mi, ya lleva tiempo

Soy fan de Bryan Adams, que le vamos a hacer. Espero con indisimulada emoción el dia que al fin le veré en directo. Y si, se que no queda mucho de aquel joven rockero canadiense que trató de disputar el trono del rock americano a Bruce, Petty o a Mellencamp. Bryan ha ido virando en su carerra hacia los pantanosos lugares del pop más facilón prestando su guitarra y su cara marcada a todo aquel que se lo ha pedido. Siempre, sin embargo, ha dejado un espacio para aquel rock juvenil de exquisita factura con el que nos iluminó en los ochenta. Se que comeré baladas babosas y singles con Spice Girls pero iré con mi libreta para ver cuantos temas de Reckless, de Cuts like a Knife, de You Want it you Got it o de Into the Fire van a caer. Ojalá nos dé un poquito de aquello que fue. Estaremos atentos.

Relejado y dueño de una carrera incontestable pero de la que seguramente ya no se espera un hit masivo, Ben Harper va incrementando su cuenta de discos de manera ejemplar. Tan pronto te colabora con Charlie Musselwhite, como te saca un disco con temas reivindicativos o se casca uno de blues. Todo lo hace bien.  El año pasado se marcó esta preciosa gema destinada, seguramente, al consumo minoritario en la que de manera pausada y elegante entrega lo mejor de sus capacidades folk. Belleza, raíces y toneladas de clase. Ya lo hizo hace unos años en aquel preciosisimo disco de Navidad que hizo con su madre. Esto va en la misma línea. Temas relajados, acústicos, cantados con suavidad en su mayor parte que llegan dentro, te sacan del ruido y te permiten disfrutar de eso tan poco común que es el genio. Hace tiempo que se le ve confortable y asentado. Eso se nota en su música. Quizá ha perdido pretensiones, pero ha ganado en verdad. Nada muy común en estos tiempos que corren. Un favorito en toda

Algunos días me da por revisar películas de esas que vi hace muchos muchos años. A veces con éxito y a veces sin él. En tiempos recientes me vienen a la cabeza Amelie (JP Jeunet), A la Mañana Siguiente (S Lumet) o este Angel Heart (A Parker) que siempre tuve muy arriba en mi ránking particular.  Soy capaz de recordar el cine en el que la vi por primera vez. Aquella postal con el cartel de la película que adornó mi cuarto durante años y la pasión que desde aquel momento despertó en mi Mickey Rourke del que fui acérrimo defensor durante décadas. No sé si muchos niños de 16 años fueron con su hermana de 12 a ver Barfly en aquellos lejanos 80. La cuestión es que la película me impactó enormemente. La historia satánica, la investigación en Nueva Orleans, el vudú. Me sabía los nombre de los protagonistas. Johnny Favourite, Lou Cypher. Margaret Krushmark, Toots Sweet. Todo vivido con mucha intensidad. Algo que irrediablemente tratas de revivir cuando revisionas la cinta. Quieres estremecerte

  Sean Rowe es una especie de favorito particular. Hombre de voz gutural y discos muy por encima de la media. Aunque se pueden encontrar obvias influencias en Leonard Cohen, Tom Waits y autores similares, Sean ha sabido fabricar una carrera rica en la que su propuesta varía y se adapta a otros estilos. Tuve la suerte de verle hace muchos años en un pequeño teatro cerca de la calle Atocha en la que todo lo que nos separaba de él era su micrófono. Discos como Madman, New Lore o The Salesman and the Shark son exremadamente recomendables. Quizá no vendan lo debido. Quizá no se promocionen como deben. La cuestion es que hace unas semanas fue casi doloroso ver al bueno de Sean solicitar ayuda para un crowdfunding en Facebook que le ayudase a publicar su siguiente disco. Ese es el negocio en que estamos. Taylor Swift maneja los hilos. Su séquito es capaz de explotar cada palabra, cada imagen de manera que su influencia y cuenta corriente crece sin parar. Otros, sin entrar en compraciones musi