I Don't Want to Be Erased - Lou Reed


Hace unos dias me llego un link al articulo que pongo ahí arriba. Merece la pena dedicarle un rato. Se supone que describe los últimos años de Lou. Las muchas dificultades debidas a la enfermedad. A un transplante que empezaba a ser fallido. Su más cercano círculo de amigos. Su manera de afrontar aquel momento. Sobretodo su deseo de trascender. De tener un último gran momento profesional. Una última obra que asombrase a todos. Por supuesto Lou ya había hecho eso muchos años antes. Gran parte de su obra ya era/es majestuosa, influyente e inolvidable. Toda aquella duda cristalizará en el incomprendido Lulu. Ese disco en el que Lou basicamente recita sobre salvajes riffs de Kirk Hammett. Ese disco que algunos calificaron con un 1 sobre 10. Un último momento de rabia. Más que eso, me interesa la duda de alguien como él. Una persona - no hay que olvidarlo - que a las puertas de la muerte solo piensa en como conseguir que su legado permanezca. En conseguir trasladar al papel unas últimas ideas. Quizá haya algo de amarillismo en el artículo, no lo sé, pero el último párrafo centrado en las palabras de Laurie Anderson, me ha parecido especialmente conmovedor: 

"Reed and Anderson stayed up all night that Saturday, talking and doing breathwork. When daybreak came, he asked to be helped to the porch. “Take me into the light,” Reed said — his final words, spoken on a Sunday morning. “As meditators, we had prepared for this — how to move the energy up from the belly and into the heart and out through the head,” Anderson said. “I have never seen an expression as full of wonder as Lou’s as he died. His hands were doing the water-flowing 21-form of tai chi. His eyes were wide open. I was holding in my arms the person I loved the most in the world, and talking to him as he died. His heart stopped. He wasn’t afraid.”

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