Emma la Valiente

Me cae bien Emma Thompson. No en vano es la actriz principal en Lo que queda del día. Película de la vida para éste que suscribe. Llevaba algún tiempo detrás de su interpretación en esta película. Esa que ha usado como modo de promoción la supuesta reivindicación de la sexualidad femenina a partir de cierta edad. Esa que se ha calificado de valiente porque en una escena final Emma es capaz de mostrar su cuerpo desnudo frente a un espejo. Sus tetas caídas. Su tripa blanda. Lo que es una mujer de sesenta años normal y corriente vamos. Una de esas alejada de estándares botoxizados hollywoodienses que no dejan sino labios superiores entumecidos, caras inexpresivas, frentes extrañamente limpias de arrugas y labios de corte neumático. 

En lo cinematográfico, la película se deja ver. Sin más. Comedia de corte casi romántico. De esas que buscan la sonrisa más que la risa. Tiene cierto corte teatral. Los personajes apenas salen de la habitación de hotel en la que tienen lugar sus encuentros. La mujer en busca de placer sexual y su contratado gigoló. 

Desafortunadamente, lo no puramente fílmico no deja de ser una lista de tópicos más bien increíbles que no buscan más que el aleccionamiento obvio y el aplauso simple de la audincia. Un gigoló culto y guapo. Una señora proveniente de un matrimonio aburrido. Profesora de instituto. Comprensiva y llena de dudas que poco a poco consigue vencer. Condescendiente hasta el hartazgo. Él, como no puede ser de otra manera, de buenas maneras, aire misterioso y pasado familiar indefectiblemente duro. 

Así, las conversaciones van sucediendose y con ellos la película se va hundiendo por si sola. Diálogos inverosímiles entre un gigoló y una sesentona a la busqueda de la experiencia perdida. Risitas cómplices. Un penúltimo enfado para dar algo de tensioncilla. Último polvo y escena del espejo. 

Vamos, que no vale demasiado salvo que sí, que todo lo que dice es cierto y reivindicable. Las señoras de sesenta años tienen derecho a una vida sexual plena y a buscarla como mejor les parezca. Quien soy yo para juzgar cuando me quedan 9 años para llegar ahí ....