Reencuentro

Lawrence Kasdan es bastante más que el tipo ese que escribe las cosas de Star Wars. Saga que, dicho sea de paso, se ha ido poco a poco convirtiendo en una maraña imposible de seguir para algunos de nosotros. Pues bien, paralela a esa faceta de guionista y escritor, Kasdan ha desarrollado una carrera como director de cine que si bien es muy sólida no ha estado falta de vaivenes. Reencuentro pertenece a esa carrera y siendo honestos seguramente a uno de esos vaivenes. Un tipo que ha firmado cosas como Fuego en el Cuerpo, El Turista Accidental o Grand Canyon, por fuerza tiene que ver Reencuentro como algo secundario en su producción. Aún así la película, trufada de algunos de los actores más representativos del cine 80s, se deja ver y hace un uso perfecto de un grupo de intérpretes que en muchos casos será fiel a Kasdan en posteriores producciones. Kevin Kline o William Hurt repetirán con él varias veces beneficiando enormemente sus carreras. 

La película en el fondo no deja de ser una predecesora de otras que vendrán años más tarde como Los Amigos de Peter o The Party. Todas recomendables en mi modesta opinion. Films que se basan en el reencuentro con la amistad juvenil y la revelación conjunta de que en realidad nada ha ido exactamente como debería. Tiene The Big Chill ese punto de decepción y amargura y lo refleja desde el inicio de la cinta al tomar como base de la historia el suicidio de uno de los miembros del grupo. Papel destinado a Kevin Costner pero que quedo eliminado del metraje final. Por supuesto todo esta lleno de de nostalgia 80s. Del pudo haber sido y no fue. Del cualquier tiempo pasado fue mejor. Y en ello, la película funciona al contar con unos actores brillantes que no solo están en su mejor momento (bueno Glenn Close nunca ha dejado de estarlo), sino que además son capaces de aportar la imprescindible credibilidad a cada uno de los personajes que hace que el todo funcione. 

La película resiste suficientemente bien el paso del tiempo. Los personajes representan a esa generación americana de principios de los 80. Post-Carter. Metidos en Reagan. Post-Vietnam. Pre-yuppies. Fuman. Beben. Follan. Esos que hablaban sin tapujos de las drogas consumidas en la Universidad, de sus escarceos sexuales y, esencialmente, de sus múltiples ambiciones incumplidas. Esos que se pueden dividir entre los que se topan con la inevitable decepción de la vida adulta, con el éxito o que simplemente se dedican a retrasar el triste momento en el que la edad les atrape definitivamente. En todo eso, la película se mantiene vigente y moderna. Digna de verse y de gastar un poco de tiempo viendo a algunos de mis actores favoritos de toda la vida como Close, Kline o William Hurt que en este caso están acompañados magníficamente por Jeff Goldblum, Tom Berenger o Meg Tilly en una de esas nunca bien ponderadas películas corales que dan vueltas al maldito devenir del tiempo.