Javier Corcobado - Granada 1994


Bueno pues alli estabamos mi amigo Arturo y yo. El Esparrago rock empezaba a crecer y con el la posibilidad de disfrutar en Granada de grupos y conciertos que de otro modo hubieran sido totalmente imposibles. Con el tiempo, el alcalde decidió que la ciudad se llenaba en exceso de los entonces llamados "pies negros" y que el Carrefur, entonces Continente, lo pasaba muy mal para contener a las hordas de rockeros que robaban cerveza a mansalva. Que podrían haber contratado algún segurata mas, digo yo. Aquello estaba montado con la muy loable y principal intencion de promocionar el muy saludable y digno de admiración espárrago de Huétor Tajar. El Festival respondia a ello sin dudar. En aquella época uno no se bajaba el cebollón con hamburguesas, kebabs o alitas de pollo. Las barras vendían cerveza Alhambra (como es de mandar) y bocadillos de espárragos verdes de Huétor. No puedo recordar si aquello te sentaba o revolvía el estomago definitivamente, pero tenía su punto. La cosa es que tu salías de ver a los Supersuckers - recuerdo a unos tipos con sombreros de cowboy en un escenario dominado por luces azules y achicharrando/reverberando a base de bien en aquella nave de Ifagra llena de metal por todos lados y te engullías un bocata de espárragos muy rico en molibdeno y otros nutrientes que te ayudaban a llegar al siguiente escenario. Sin embargo, no fueron los de Eddie Spaghetti los que mas nos noquearon aquella noche. Personalmente el trozo Del Tonos - Corcobado fue lo mejor de aquel festival de ... 1 día. Javier Corcobado era un total desconocido para mi pero aun así, ahí nos quedamos. El tipo subio alli, escenario pequeño, y empezo a soltar todo lo que llevaba dentro. Y si, en aquellos años todos eramos muy Sub Pop, muy Nirvana, muy PJ Harvey ... pero aquello nos dejo absolutamente ojipláticos. Era como ver al Bunbury más rafaélico pero pasado por la turmix de Kim Gordon. Sí, ese mismo Bunbury que luego tomo ese estilo de crooner patrio algunos años después y se hinchó a vender discos ... pero que Javier Corcobado hacia ya entonces en compañía de sus invencibles Chatarreros de Sangre y Cielo. Ha pasado mucho tiempo, pero aun puedo recordar como nos mirábamos absolutamente flipados ante tal descarga de rabia, de distorsión, de mala leche que se mezclaba con esas canciones que hablaban de amores apasionados y parecían sacadas del repertorio de Rocío Jurado. Si, amigos, es dificil ser completamente original aunque seas de Zaragoza. Aquello acabó con Arturo y un servidor en estado de éxtasis .. tal éxtasis que no recuerdo demasiado de los conciertos de Negu Gorriak o de The Pogues que vinieron después. Si  usted ha visto The Walking Dead puede hacerse una idea de lo que era aquel polígono a esas horas de la noche. Aquello de "fumando espero la navaja automatica" nos acompañó durante mucho tiempo después. Más aún el estribillo de la torch song corcobadiana por excelencia "porque somos chatarra de sangre y cielo para el amor" ... La gente nos miraba raro. ¡Qué recuerdos!.

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