Fin de Semana - Diario de un Confinado
Siento que no deberíamos de quejarnos tanto. He visto capítulos de series. Ayer La Vida de Bryan por la mañana. Necesitaba una sonrisa, supongo. Música sin parar en el Spotify. Contestamos cuatro emails. Hacemos un Facetime con la familia. Les llamas a ver como están. Casi todos bien, aunque empiezan a haber los primeros casos entre los cercanos. Los niños están bien. Jugamos al ajedrez por primera vez en nuestras vidas. Mini-Waits esta centrado en sus trucos de magia. Hoy en YouTube se puede aprender casi de todo. Ayer subí la bici estática del trastero. Me he hecho unos kilómetros a ritmo del She's the One de Tom Petty. Ayer le dí una vuelta al .. we've got blood on the toes of our boots de The Hangmen y al directo de Cracker en Cleveland. ¡Grandes discos!. También he leído el periódico. Como antes. En papel. Me ha gustado la editorial de ayer de Llamazares en el País. Algo demagogo como siempre pero totalmente acertado en el modo de pensar. Cuando quiera que esto acabe, habrá que ver que tipo de sociedad queremos ser. Hacia donde queremos ir. Que tipo de servicios esperamos de nuestros gobiernos. Como queremos trabajar. Como queremos movernos, relacionarnos, aprender, estudiar ... todo!. Si lo dejamos estar, estamos locos. Por eso y aun así, está el miedo. Da igual que Vargas Llosa, Fernando Savater y otros 48 escritores salgan en el periódico recomendando libros que leer en la cuarentena. Ellos también tienen miedo. Como yo. Miedo a ser yo. A que sean mis hijos. Mi mujer. Mis padres. Y aunque hay un componente irracional en todo esto. Llevamos 1700 muertos. Casi 30000 contagios y eso asusta. Asusta eso que lees acerca de que no saben como va a evolucionar. Que no saben si en verano, si en Octubre, si seremos inmunes, si no lo seremos ... Irracional. Asi es el miedo a lo desconocido. Un amigo mandaba hoy un recorte de periodico diciendo que un brote de sarampion habia matado a 6000 personas en Congo. Casi todos niños. Nadie lo sabia. Nadie le ha dado demasiada publicidad. Somos asi. Egoistas por naturaleza. Cobardes por naturaleza. Insolidarios por naturaleza. La sociedad no es solidaria por salir a aplaudir a las ocho de la tarde. Lo es cuando entiende que sus derechos acaban donde empiezan los del otro. Cuando comprende que es importante ayudar al que no tiene y repartir lo que haya de manera equitativa. Hoy, cuando salgas a las ocho, acuerdate de cuando nos encontramos en la cola del Mercadona hace tres dias para arramplar con el papel de vater.
Comentarios
Un abrazo.
Saludos (sorprendentemente acabo de descubrir el blog, voy a pasear un rato por aquí).