Stefan Zweig: Adios a Europa
Hay
películas que no pasarán a la historia del cine. Seguramente esta es una de
ellas. La vida en el exilio del escritor europeísta Stefan Zweig resulta
interesante en su contenido y sin duda tiene algunos momentos interesantes que
seguramente no igualan la intensidad de la realidad que tratan de retratar. Sin
embargo, el cine es un arte y como tal puede sorprender en el tratamiento que
un autor puede otorgar a su obra en un momento determinado de la misma. El
cine, como la literatura o la música no es estático y tiene estas licencias. Así,
al igual que en un libro aburrido, puedes encontrar un repentino zarpazo que te
saca del tedio hasta el punto de hacerte amar el todo, Stefan Zweig, la película,
sorprende y se eleva a la categoría de arte cuando en su plano final presenta
la acción a través de un espejo instalado en la puerta de un armario. En uno de
los giros del espejo, uno parece estar visitando una pinacoteca en la que un
cuadro presenta una dolorosa instantánea cuyo contenido trataré de no desvelar
aquí. Cuando el giro es en sentido contrario, la cámara presenta desde el
reflejo una escena casi costumbrista que, sin duda es el momento mas brillante
de la película. Será la edad pero cada vez me siento más cercano a los
detalles. A esos momentos que por el motivo que sea llegan a emocionar. Ese
instante congelado en el que parece que todo cuadra y en el que las lágrimas se
asoman al ojo. Tan difícil ….
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