Videoclubs



Despues de leer un articulo en Verne he sentido la llamada de la selva. El videoclub. Aquel gran amigo. En mi caso el que recuerdo con mas intensidad es el que me acompañó durante mi época de Barcelona. Entre los 14-18 años. Años iniciáticos en todo. También en el cine. Luego hubo otros en Granada - Avenida de Cervantes hoy convertido en panadería - o Madrid ... al ladito de casa y hoy peluqueria de señoras. Se que suena a tópico pero creo que mis 14 o mis 15 no son ni serán como los de mis hijos. Pese a que lo intente. Yo iba a aquel videoclub. Volvía a casa y tomaba posesión del salón y del VHS. Y sí, muchas veces pasaba Kim Basinger, pero muchas otras pasaban autenticas joyas del cine que ya eran de otra época. No es una crítica. Es más bien una cierta decepción. Mis padres no fueron jamás grandes cinéfilos. Yo sin embargo me aficioné al tema gracias a aquel videoclub. Mis hijos, no lo sé. Les gusta el cine. Pero no tienen ese iterés por lo que se hizo antes. Algo que en nuestra generación estaba totalmente interiorizado. Y si, volviendo a aquel videoclub, aquellos fines de semana era adorables. Sabado por la mañana ... 3 VHS a devolver el lunes. Había que meterselos entre pecho y espalda como fuera. Y no se porqué tengo metido el día que alquilé "Confesiones Verdaderas". Imagino que la cara del dependiente debió ser interesante. ¿Que hace este alquilando esto en lugar de una de Van Damme?. Es lo que hay. Siempre he sido serio. Me ha gustado dármelas de trascendente ... aunque nunca lo he sido. Pero al menos puedo decir que he disfrutado el viaje. Que me gusta recordarme alquilando Confesiones Verdaderas, Taxi Driver, Apocalypse Now, Manhattan o Reds. Mickey Rourke y Robert de Niro eran mis estrellas. Manhattan Sur, Francesco, Requiem por los que van a Morir, Diner, Fuego en el Cuerpo, Rumblefish, Homeboy, Barfly ... todo valía para ver al nuevo Brando ... y para mi lo era sin duda. Robert era otra cosa. Taxi Driver una obsesion. Mas que El Padrino, mas que cualquier otra cosa. Hoy creo que El Cazador sería mi favorita, pero en aquellos años, seguramente antes de las docenas de estupidas parodias que hemos tenido que soportar sobre un personaje tan maravilloso, Travis Bickle lo era todo. El ambiente de esa película era absolutamente insuperable. La tension del personaje, la violencia del final. Volvías al videoclub ... y te la volvias a llevar. No era yo, muy Stranger Things ... alguna cosa de la epoca si que alquilé pero lo mío era mas las drogas, la mafia, los juicios, las películas duras y los personajes atormentados. El Martin Sheen de Apocalypse, el Nicholson de Alguien volo sobre el nido del cuco. Mucho menos, aunque también las películas supuestamente generacionales que protagonizaban Andrew McCarthy, Molly Ringwald o el hoy ínclito Robert Downey Jr. ¡Qué orgulloso me hiciero sentir cuando hicieron Less than Zero!. ¡Esa versionaza de las Bangles del Hazy Shade of Winter!. Escribo sin orden .. como sin orden resultaba el videoclub. Un lugar donde un dia te llevabas Mad Max y al dia siguiente una clase de candor working class con Enamorarse. Donde un dia descubrias a Sean Connery en El Nombre de la Rosa y al siguiente presenciabas una clase magistral de Paul Newman en Veredicto Final. Algo que seguramente las generaciones nuevas suplen accediendo a IMDB desde la tablet ... pero donde raramente bucean hacia su pasado mas inmediato.

Comentarios

Jim Garry ha dicho que…
En mi pueblo cerraron en diciembre el videoclub que quedaba y hubo una época en que coincidieron hasta 3. Totalmente identificado con tu texto. Además de VHS, seguí alquilando en DVD hasta hace apenas un par de años.

Y como tu tb estaba obsesionado con la mafia y con De Niro. Me acuerdo que un fin de semana alquilé Taxi Driver, Uno de los nuestros y Confesiones Verdaderas... Las dos primeras me volaron la cabeza y las he visto infinidad de veces. Y luego recuerdo alquilar muchas series: Los Soprano, Mad Men, The Wire... Ahora Netflix ja ja.

Sex, love and rock´n soul
rubén darío ha dicho que…
Crecimos con los videoclubs: una o dos horas los sábados por la tarde esperando a que un cliente devolviese una copia de un estreno para que tú te la llevases a casa... películas de terror (casi todas malas) para los viernes por la noche... pelis de acción (también malas casi todas)... locas academias de policía... el descubrimiento de actores y actrices a los que después seguimos de cerca... el rebobinado de las cintas de VHS... el tracking para ajustar la calidad de la imagen... Ah, la última vez que fui a un vídeo club fue porque liquidaba y vendía copias a 2, 3 y 5 euros, de las que compré alguna y luego no he vuelto a ver.
En mi ciudad hay un tipo que hace dos años abrió un vídeoclub con DVD y aún sigue abierto, el valiente.
Juanjo Mestre ha dicho que…
No sé si las cosas cambiarán y las nuevas generaciones se preocuparán de los clásicos, yo lo intento con mis hijas, una semilla que creo que obtendrá algún fruto pero que no me parece que significará como a nosotros. Ay los videoclubs, cuántas anécdotas. Abrazos.
J Aybar ha dicho que…
Creo que eso de preguntarte si las generaciones nuevas se preocuparan por los clasicos es ya de viejo ... casi tanto como recordar el tracking :-) :-):-). Gracias a los tres ...