The Rolling Stones (I)

 

Siempre me da pudor hablar de bandas asi. Hoy también. Y es que le he dedicado el rato a Aftermath (1966) y Let it Bleed (1969) de los Rolling Stones. Un ejercicio que todo el mundo debería hacer de vez en cuando.

Me hace gracia siempre que se califica a los Stones de directos y básicos a la vez que a los Beatles se les otorga el rol de innovadores y complejos. La historia de la música dicta sus cánones. Me hace gracia pero no lo comparto en absoluto. Hablo desde el punto de vista del oyente claro. No se yo de tecnicas de grabación y demás. Pero lo cierto es que cuando Paul recuerda que en una sesión en Abbey Road decidieron meter el sonido de un sitar o de una cuerna en no se que tema de Revolver se para el mundo. Cuando se analiza la música de los Stones raramente se llega a ese detalle. ¿Injusto?. Bueno, tal vez solo fueran jovenes musicos jugando con sus instrumentos. La industria otorga roles y estos se explotan al máximo. Para ti el rollo de la India y los guías espirituales. Para tí las drogas en los aeropuertos y los orgías en castillos franceses. Todos felices. Aceptado está, pero la balanza no usa el mismo fiel. 

Saltar de un disco como Aftermath - que a mi me suena a post-psicodelia, a pop juguetón, a canciones casi juveniles - a uno como Let it Bleed en cuestión de dos años y medio es algo absolutamente increíble. Un triple mortal sin red. 

La riqueza rock de Let it Bleed es asombrosa. Mucho de lo que el rock traerá después ya está ahí. Y si, está claro que ellos no eran ajenos a los movimientos de sus contemporáneos - Buffalo Springfield, Gram Parsons y tantos otros artistas igualmente alucinantes estaba en su momento - pero la forma en que eso fue destilado por una banda de hit-makers ingleses que no hacía ni cuatro años basaban gran parte de su propuesta en versiones de temas ajenos es simplemente increíble.

Estoy de acuerdo en que todo eso explota en Exile on Main Street ... pero yo creo que prefiero Let it Bleed. Por su inmediatez. Por sus canciones - al menos dos de mis temas favoritos de los Stones están aquí -. Por su portada. Por que Keith canta You Got the Silver. Por los gritos de Gimme Shelter (sin duda la canción que les hace adultos para siempre). Por ese Country Honk tantas veces versionado. Por la armónica de Midnight Rambler. Por que no hay verdad más absoluta que esa que dice que nunca puedes tener todo lo que quieres. Y eso, en los Stones, fue un cambio de paradigma. 

La muerte del exageradamente valorado Brian Jones puede que les diese el empujón definitivo. Jagger y Richards deciden asombrar al mundo y para ello fabrican temas directos. Singles imbatibles. Canciones complejas. Con Charlie y con Bill. Con su bonita entrada en Live with Me. It's just a kiss away. Monkey Man. Exhibición de un increíble Charlie Watts con el que casi cualquier otro batería del rock perdería en la comparación.

Por contra, solo tres años antes, los aún imberbes Stones popeaban con Stupid Girl. Le cantaban a los amores perdidos en Lady Jane. Beatleaban en Out of Time. Jugaban al rock clasico en Under my Thumb. Y entraban en terrenos algo mas peligrosos en Mother's Little Helper y sus little yellow pills. Yo creo que la bestia no estaba aún del todo engrasada. Brian aún metía sus instrumentaciones de flipado psicodélico pero aquello empezaba a querer ir por otro lado.

En cualquier caso y para no eternizar el post, uno es un disco extraordinario. El otro uno de los mejores discos de la historia de la musica. Y ellos, bueno, siempre es cuestión de gustos. Aunque si la cosa se mide en años, en canciones, en conciertos, en presencia, en impacto popular y en duración the truth is out there.