Monster Magnet
Aún no soy capaz de explicarme a mi mismo cómo puede ocurrir que, tras un disco como Powertrip, los Monster Magnet de Dave Wyndorf no se convirtieron en la banda más grande de este planeta. Mala suerte. Las adicciones de Dave. El momento en el que explotan. Puede que todo a la vez. Le hemos estado dando una vuelta a Powertrip (1998) y a Monolithic Baby (2004). Dos alucinógenas obras del mejor hard rock que se ha hecho nunca. The gods told me to relax ... así que voy poco a poco.
Lo único no completamente bueno que se me ocurre decir de estos dos discos es que creo que la banda tuve que hacer algunas concesiones. Superjudge y Dopes to Infinity no suenan exactamente a esto. Dave Wyndorf tiene querencias stoner y hasta sinfónicas que eran mucho más evidentes en los discos mencionados. Por el motivo que sea, en 1998 decide quitárselas de encima y buscar alternativas mucho más directas. Riffs brutales. Canciones en constante subidón (casi pongo crescendo pero eso lo dejo para cuando hable de Emerson Lake and Palmer 😜). Estribillos imposibles de olvidar. Discos sin bajón alguno. Puro y simple rock de guitarras llevado a la máxima expresión. Powertrip me parece superior a Monolithic Baby, pero ambos siguen una línea muy similar.
Recuerdo comprar el disco en una de las fallecidas tiendas Tipo, llegar a casa sin muchas referencias y simplemente flipar con aquel inicio de disco. Reto a quien sea a que me diga de un disco que supere un principio formado por Crop Circle, Powertrip, Space Lord y Temple of Your Dreams. Dave se meaba en los chandal metaleros de la época, en Radiohead, en el brit-pop, en Tool y en quien fuese necesario. Nadie se me ofenda. Simplemente hizo un disco insuperable que según avanzaba en su metraje incorporaba perlas como Baby Gotterdamerung, Bummer o See you in Hell para acabar con el remanso de paz que era Your Lies Become You.
Monolithic Baby insiste en la misma combinacion. Sexto disco de la banda con algunos cambios en la formacion atiza con Slut Machine (un inicio bastante asequible), Monolithic o Radiation Day. Puede que el acelerador baje un pelín. Que algunos de los temas busquen incluso el favor de un publico menos metálico, pero vamos, es otra obra digna de su tóxico autor.
Tuve la suerte de verles una vez en la fallecida Sala Heineken. No fue el concierto de mi vida. Wyndorf inundó la sala de sonidos melotrónicos más propios de Tony Banks que de sus afiladas guitarras. Recuerdo que al final nos dió algo de su medicina, pero nos dejo algo fríos. Me resarciré!.
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Un abrazo, J.
Gonzalo