Manic Street Preachers


Siempre me han caido bien. Disfrute mucho un Reading festival en el que eran cabezas de cartel y al que fui sin muchas expectativas. Desde ahi, empecé a hacerles caso y se lo sigo haciendo de manera ocasional. Mucho más rock, mucho más inteligentes y mucho más completos que la mayoría de sus coetáneos britanicos, hoy han sido invitados a mi jornada de trabajo aderezada al sol del Spotify.

He estado dandole vueltas a la época inmediatemente anterior a Know Your Enemy (2001). Seguramente uno de sus discos mas políticos - todos lo son - y a la vez más celebrados por el público. La atención se ha centrado en Everything Must Go, This is my Truth tell me Yours y para acabar, algo más cercano como el muy digno Postcards from a Youngman (2010). 

El primero es el disco de la separacion. Ese que hicieron tras la desaparicion/muerte (?) de Richey Edwards. La banda supera el bache con uno de sus mejores discos tal vez bajando algo el piston. Las composiciones pop se adornan con arreglos casi orquestales marca de la casa. Algo que será casi una cosntante desde este momento. Hits inolvidables del grupo como A Design for Life, Kevin Carter, Australia o Everything Must Go catapultan el disco. Difícil de igualar. El segundo es uno de sus discos mas conocidos. Ese repetitivo If you Tolerate This se escuchó en todos lados. Tema esencialmente español, político y reivindicativo que dio fama al disco. Arreglos suaves para frases de enjundia - "so if I can shoot rabbits then I can shoot fascists". El disco, aunque contiene otra de sus grandes joyas para mi - The Everlasting -, es en general algo decepcionante con un final algo aburridillo que me cuesta deglutir.

Postcards from a Youngman es una vuelta a casa. Sus ultimos discos no han captado demasiado mi atención pero este que ya cuenta con 12 años, si que lo hizo. Hábil mezcla de temas sentidos y otros más potentes y sencillos consiguieron retrotraerme a la mejor época del grupo. Hoy seguramente instalado entre mis favoritos de la banda, temas como All we make is Entertainment, Golden Platitudes, Postcards from a Youngman o Don't be Evil dan buena cuenta de que la inspiración siempre puede volver.

Los Manics no son brit, no son hard, no son punk ... son solo ellos y tal vez por eso, siempre merecen una cuota de atención. James Dean Bradfield es mucho más que un rojo con una guitarra, aunque eso, en si mismo, ya tenga valor.



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