091 - Churriana 1994 o puede que fuera 1995


Lo que yo recuerdo de 091 dista mucho de la actual, inteligente y medida Maniobra de Resurreccion y disco posterior. 091 siempre fue un grupo de perfil medio. De decenas de seguidores locales y alguno de fuera. Grupo de mala suerte. De esos que te servían para hablar mientras tomabas una cerveza diciendo ... ¡con lo buenos que son!, ¡es que no se dan cuenta!. El grupo vivía así, con sus tensiones, incapaz de acercarse al éxito popular o masivo pero manteniendo un muy alto nivel en disco. En Granada había una banda de auténticos 091-heads. Allí donde iban, alli estaban. Y no, no era cero una banda de campanillas. Las fiestas de Armilla, las de Órgiva, las de Guadix ... un día grande en la Industrial Copera. Nada, absolutamente nada, que ver con la banda que en su resurrección ha llenado dos noches seguidas la Plaza de Toros de Granada (eso era cosa de Loquillo o Mecano en aquel entonces) y se ha paseado por toda España en loor de unas multitudes que o bien son muy jóvenes o bien eran muy tímidas en aquellos lejanos años. Por supuesto 091 siempre tuvo su cuota en Madrid y Barcelona. Nunca el aura que Lapido ha sabido labrarse para la banda en sus años en solitario y que ha transmitido al grupo en esta ultima reinvención. Si, uno diría que Lapido ha aprendido a no luchar contra el sistema, o al menos no a hacerlo a base de canciones. Mejor participar de él desde dentro. Me alegro por ellos, aunque el disco nuevo me parezca bastante flojete. 

Pues bien, de aquellos lejanos años de mediados de los 90 viene esta experiencia conciertera vivida en el muy leal sitio de Churriana de la Vega. Allí nos plantamos. Campo de futbol. Media entrada. Los teóricos cabeza de cartel eran La Guardia, claro. En aquel entonces se dedicaban a atormentar a todo el mundo con sus calles que iban hacia a tí y todo aquello. Sin embargo, por el motivo que fuera, alli no se concentraron fans de los cuarenta principales y de La Guardia. Aquellos 091-heads que mencionaba antes debieron concentrarse. Estaban allí todos. Total que con un 091 en plenitud de facultades aquello fue una fiesta en cuanto el grupo local Viuda Negra (gran nombre) termino su entrada. Jose Antonio estaba simplemente pletórico. Pinta de rockero granadino oficial. No es nada raro. Él es sin duda alguna el arquetipo del rockero granadino por excelencia. Camisa abierta, saltos, armónicas, arengas al público. Lapido a decir verdad ocupaba una posición bastante discreta. Todo el mundo sabía que era el listo ... pero Tacho era el que se llevaba a todas las niñas. En aquellos años estarían presentando Tormentas Imaginarias supongo. Así que el repertorio se centraba en ese disco, El Baile de la Desesperación y algunos clásicos inevitables como Fuego en la Oficina o La Torre de la Vela. Recuerdo una versión del Crossroads algo ruda en la que la entrega de Jose Antonio García le llevo a pegarse un golpe en un diente con la cadena que llevaba al cuello. Aquello era 091. No había estudiados trajes negros y poco de la actual pinta de maduros interesantes. Eran simplemente el mejor grupo de rock de este país. Los que tuvimos la ocasión de verles en aquella época de manera repetida no lo olvidaremos nunca.  

Ah .. se me olvida hablar de La Guardia. Los cero-heads abandonaron el recinto tras el concierto de sus ídolos. El campo de fútbol presentaba un aspecto bastante triste a esas alturas de la noche. La Guardia lo intentaban. ¡Aplaudirnos coño, que también somos de Graná!. Pobreticos ... 

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