Dylan / Young / Hyde Park



Esas cosas que solo pasan una vez en la vida. Bob Dylan y Neil Young en el mismo concierto. El mismo dia. La apoteosis. El apocalipsis. La descojonacion. Y si, es verdad que hay teloneros de nivel - bonitos sets de de Laura Marling y de Cat Power - pero lo que importa es lo que importa. No se puede evitar. Y, aunque sean las 6 de la tarde, haga calor, la pradera de Hyde Park esté un poco seca y este rollo Brit de las mantas en el suelo no se acabe de pillar - ya me pasó en el de Tom Petty hace unos años - la excitacion te puede y superas olores, some usual British scum, separacion de vips y no vips, distancia al escenario y sonido que va y viene debido a la ventolera existente (eso me dijeron). Y es entonces cuando sale Neil Young y los chavales de Promise of the Real. Y vuelves a sentir aquella excitacion. Era mi cuarto Neil y para que negarlo, las expectativas estaban en lo mas alto. Y no, no pudo la cosa empezar mejor. Mansion on the Hill y a enchufar un repertorio basado en Ragged Glory y Harvest con una mezcla de momentos gloriosos, momentos inesperados, momentos emocionantes y momentos de esos que siempre deben estar ahí. No es fácil elegir, pero el momento glorioso se lo daría a Words. Quiza el momento en el que vi a la banda rotunda y templada. El momento sorprendente lo repartiría entre Throw your Hatred Down (Mirrorball, really?), Alabama, Winterlong y por supuesto el final con Piece of Crap (Sleep with Angels, really???). La emocion la puso Heart of Gold. Mejor cancion de la vida. Momento en el que mi cuerpo se derrumba, las lágrimas vienen a mis ojos y la vida vuelve a ser maravillosa y a tener sentido. Nunca dejaré de emocionarme con esta canción. Nunca. Luego estan los impepinables. Esos tal vez fueron Like a Hurricane o Rocking in the Free World y su never never ending que no por escuchado pierde su fuerza en directo al ver a los Young-Nelsons rodear al maestro y afilar sus notas una vez más. No, puede que no fuera el mejor Young. Ese lo vi en el MadCool en un festival achicharrador maravilloso, inspirado y encendido. Aqui estaba el calor, la hora, la luz, cierta descoordinacion .. no sé .. cuatro cosas que hicieron que el conjunto no fuese sublime. Nivel altísimo, Neil en una forma soberbia pero quizás un fluir no tan redondo como otras veces. Solo una opinion. Tal vez basada en expectativas. Puede ser. Justo eso, expectativas es lo que no tenia con Bob. Si este era el cuarto Neil, era también el tercer Bob. El anterior ya databa de 2004. De épocas en las que ya había reverdecido su catalogo. También de epocas en las que ya no podia cargar con la guitarra. De épocas en las que la banda ganó peso en el repertorio. Por eso ... tal vez ... esperaba un concierto menor de un señor bastante mayor ... pero estaba equivocado. Dylan es Dylan, debería haberlo sospechado, y su adivina adivinanza constante simplemente arrasaron Hyde Park. Esa fue mi impresion. A esa hora, la yerba del parque ya estaba trufada de cadaveres (la British scum que mencionaba antes). Ya se sabe. El calor, la Heineken mezclada con el Pim's, la edad ... una muy mala combinacion. Pero ahi estaba el, completamente ajeno a eso. Y soltó eso de You walk in the room with your pencil in your hand y dio comienzo el juego. Las caras de asombro. La insistencia de la realizacion en mostrar unica y exclusivamente al bardo duluthiano. El desconcierto ante cada nuevo tema ... Todo daba igual. El verso se hizo carne ... y el verso no era como en Blood on the Tracks o como en Highway 61 Revisited. El verso era uno nuevo. Era enérgico, mágico, no buscaba la complacencia ni el aplauso. Se acompañaba de una voz parecida a la arena del desierto. Una voz que sonó como los angeles en la noche londinense. Me emociono en Thunder on the Mountain, también en el primer final con You Gotta Serve Somebody (esa banda!). Genial el blues dislexico de Honest with Me, el desconcierto general con Blowin' in the wind, el aplauso generalizado con Like a Rolling Stone (hey, una que toca bien se oía por ahí ...), la preciosa cadencia de Trying to get to Heaven o la belleza superlativa de Girl from the North Country con la que decidió adornar el ya oscuro parque del Londres central. Dylan se movia lento. Se movia mal. Pero Dylan, sonreía desde detras de las teclas. Daba la sensación de pasar un buen rato. Dylan no está como Neil. Pero ese "no está como" sólo se refiere a lo puramente físico. En lo demás, Dylan ofreció un fantastico espectaculo alejado de la autocomplacencia, moderno en su repertorio y acompañado por una banda que es lo mas redondo que existe en este planeta ... aunque no nos la deje ver ni aplaudir mucho (😉). Se echan muchos temas de menos en estos conciertos, es innegable y es imposible de evitar, pero cuando las cosas salen así, sólo te queda dar las gracias y pedir que haya una próxima vez.

Comentarios

Gonzalo Aróstegui Lasarte ha dicho que…
Gracias por contarlo tan bien y apasionadamente a los que no estuvimos.

Un abrazo.
J Aybar ha dicho que…
Gracias Gonzalo. Una de esas que no se repiten ... realmente ha merecido la pena. Me alegro que te haya gustado el post ....
Jim Garry ha dicho que…
Maravillosa crónica. Esas sensaciones iniciales que tuviste antes de que saliese a escena Neil Young... Me identifico con eso. El concierto de Neil Young te gustó bastante y el de Dylan te sorprendió. A mi Dylan tb me sorprendió para bien cuando le vi en Bilbao. Que sigan muchos años mas, ja ja.

Sex, love and rock´n soul
J Aybar ha dicho que…
Por supuesto, que sigan y que no paren ... saludos